11
Oct
11

Señor presidente

El Ejecutivo presidido por Rodríguez Zapatero «ha librado un combate durísimo contra la crisis», dixit ¡¡Rodríguez Zapatero!! Sí señor, así se despide un presidente. Con altanería. Mirando a los tendidos, robando el aplauso de los idiotas y de sus mesnadas socialistas. Increíble, qué cara más dura. Tiene el atrevimiento de los ignorantes. ¿»Combate durísimo contra la crisis…”? Señor presidente, no tiene usted calificativo.  Recordamos frases como “no hay crisis”, “somos los mejores” o “estamos en la champions league de la economía”. ¿Las recuerda usted? No lo creo, para eso se necesita más capacidad cerebral.

Señor presidente: Se pasó el otoño de 2007 negando la crisis. Entendible, pues ya estábamos en precampaña. Pero siguió en 2008 negando la misma. Había que enfocar la crisis de cara y a cara de perro si era necesario, pero usted pasó de ello, lo negó. “España no está en crisis porque tiene sólidos fundamentos. No hay que exagerar aunque pasen cosas” dijo usted, presidente, el 7 de febrero de 2008. Aún no había renovado el mandato.  Dio lo mismo, señor presidente. La negó, la siguió negando, no tomó medida alguna y, sólo al final, aplicó algunas medidas de urgencia, al dictado de los mercados, de Merkel y de Obama. Ya era tarde, era mayo de 2010 cuando ya estábamos en quiebra. Y seguimos. Pero usted se va entre aclamaciones socialistas. No piensan cómo los deja. No ha sabido irse. Llegó por accidente. Se va porque lo echan, los suyos. “Tanta paz lleves como descanso dejas” dixit el refranero español. Pues eso.

Señor presidente: Es posible que los ciudadanos no le reprochen sus equivocaciones. Tal vez le reprochan su soberbia. Su nunca reconocer sus errores. Su arrogancia. Es posible que nunca soñara ser presidente, los socialistas tampoco, y serlo de golpe y con alevosía le superó. Y en siete años no ha dado la talla. No dio la talla presidente ni al elegir a sus ayudantes. Se ha rodeado de mediocridades. No se los nombro. Las cabezas amuebladas se fueron rápido, en cuanto lo conocieron. Todos los conocemos. Ha subido a cargos de responsabilidad a personas cuyas capacidades están muy lejos de las exigencias ministeriales. Ahí ha llevado el castigo. Ni para servir el café valen algunas de sus chicas. Culpa suya, presidente.

Señor presidente: Su despilfarro no tiene nombre. No sólo gastó lo que no tenía en el famoso Plan E, -14.000 millones de euros-, donde sólo los carteles costaron 46 millones de euros, abriendo y tapando zanjas por las aceras nacionales, sino que disparó el gasto público hasta límites inimaginables. Y, ¡oh sorpresa! Fue en los años de abundancia, entre 2003 y 2007. En esos años Alemania congeló el gasto público. Hoy se nota la diferencia. Entre 2007 y 2011, España ha gastado cada año unos 112.000 millones de euros más de lo necesario debido al sustancial aumento de gasto público de la primera legislatura; y otros 12.000 millones de euros extra al año en subsidios de desempleo gracias a la actual legislación laboral. Medio billón de euros que usted, señor presidente, y unas autonomías y sindicatos a los que no se atrevió a poner coto, han tirado por el desagüe en una legislatura. La mitad del PIB de España. Cinco millones de parados a punto de quedarse sin prestaciones y casi 70.000 empresas cerradas. Y los americanos de vuelta en Rota. ¿Cosa suya, presidente? Cambio de piel. Esta es la herencia que nos deja. Seguro que lo recordaremos siempre, principalmente  los pobres y asalariados. Por habernos empobrecido más. Por habernos arruinado. Hasta siempre, señor presidente.


0 Respuestas to “Señor presidente”



  1. Deja un comentario

Deja un comentario


octubre 2011
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31  

Blog Stats

  • 6.263 hits